julio 04, 2013

Nunca perder la memoria.

Creo que una de las características más distintivas y auténticas de la sociedad argentina es la manera en que siempre tiene presente el Pasado. Su constante revival del pasado. La forma en que recuerda día a día a aquellos y aquellas que ya no están, o mejor dicho, aquellos y aquellas que se llevaron. 

Justamente el otro día, escuchaba a un maestro argumentar en contra del intento macrista de eliminar de la secundaria la materia "Historia". Este personaje citaba a un tal Oppenheimer, quien explicaba cómo, por un lado, Europa suele mira hacia el futuro, y por otro, Latinoamérica siempre mira hacia el pasado. En este sentido, el maestro opinaba que, desde la política macrista, se estaría intentando seguir la visión del "Primer Mundo" el cual ha pasado de revisar su pasado a enfocarse más en su futuro inmediato como una forma de asegurar la evolución e innovación constante. 

Pero yo digo, no, ¿cómo sería posible que Latinoamerica saliera a adelante si no revisa cuáles han sido sus errores, sus opresiones, su desarrollo histórico? Es muy fácil mirar solo hacia delante cuando en tu tierra no se han dejado atrás historias de opresión, de colonización; cuando lo que tienes como legado pasado siempre te ha sido propio. 

En cambio, aquí, en América Latina, si no tenemos presente que muchos de los legados que tenemos no son nuestros, que nuestra historia ha sido contada desde una mirada que en su mayor parte no es propia: ¿cómo podemos construir una visión auténtica de nuestro continente? Es decir, mirar hacia el futuro y olvidar el pasado sería seguir ahondando en el colonialismo que se ha ejercido por años! Sería continuar con ese supuesto de que, como ahora no somos una colonia, entonces somos "libres", entonces todo nuestro capital cultural actual es propio y deberíamos trabajar sobre él sin modificarlo. En este sentido, pensar que Latinoamérica se ha "atrasado" porque aún hoy sigue reviendo su pasado es ser una persona inconsciente de todo lo que aún nos falta como pueblo.

Por último, con respecto a la memoria de la que hablé en primera instancia, Marcelo Brodsky nos muestra:

1) Mediante una fotografía, el destino de todos los estudiantes de la promoción de primer año del años 1967 del Colegio Nacional de Buenos Aires:

2) Mediante un video (hecho en conjunto con Rosario Suarez), cómo se recordaba por primera vez a todos los estudiantes del CBNA desaparecidos durante la dictadura militar. Una lista interminable. Ahora entiendo por qué la duración del tiempo en que se los recuerda también debería ser interminable.

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